La gestión eficiente y profesional en la selección y transmisión del suelo industrial y terciario es clave para el apreciamiento de los terrenos y la salida comercial que estos puedan tener.

¿Qué deben tener en cuenta propietarios y promotores?

La gestión eficiente y profesional en la selección y transmisión del suelo industrial y terciario es clave para el apreciamiento de los terrenos y la salida comercial que estos puedan tener, tanto para la autopromoción de su propia nave en empresas que sean usuarias finales, como para la promoción de naves para vender o alquilar. En este último caso, será fundamental el proceso de pre comercialización que permitirá disponer de los instrumentos financieros y de tirar adelante la obra con seguridad. También resulta clave el desarrollo de proyectos flexibles, adaptables a las necesidades de los operadores finales.

En Gènion Immobles acompañamos a propietarios y promotores en este camino. Con el conocimiento del mercado y de la demanda potencial, encontraremos la estrategia más adecuada.

El alquiler de naves industriales

Fijar un precio realizable por la nave industrial que se quiere alquilar es el primer paso. Este determinará que se pueda realizar el alquiler con las mínimas dilaciones posibles. Nos podemos mover des de los 7€/m² en la zona prime de la primera corona de Barcelona, a los 3,5€/m² de zonas atractivas pero más alejadas de la capital, como sería el caso de las cercanías de Girona.

Asegurarse de la solvencia del arrendatario y obtener de él las garantías suficientes es fundamental para no tener sorpresas. También es necesario considerar la viabilidad del negocio que el arrendatario quiere instalar. Esto ayudará a evitar la excesiva rotación.

¿Qué deben tener en cuenta compradores y arrendatarios en el alquiler de naves industriales?

La ubicación, que condiciona el éxito del negocio; la red de comunicaciones y los servicios. Una visión clara de las necesidades actuales y futuras de la empresa, así como la proximidad de los proveedores y de la competencia. Los usos permitidos y otros requerimientos de la normativa urbanística por cada sector. En cada caso, el cumplimiento de la normativa en materia de aislamientos, seguridad, incendios, etc., de las instalaciones.

La disponibilidad de personal cualificado en la zona y las posibles políticas de ayudas a la actividad industrial que puedan tener las administraciones. El estado y cualidades de la construcción, instalaciones, alturas, acabados, equipamiento, vida útil y un precio justificado y proporcional a las ventajas que se aporten, relacionado con todos los requisitos anteriores.